Sábado 2 de Septiembre: FIORDLAND

 In Nueva Zelanda

Milford Sound, Fiordo de Nueva Zelanda.

Mientras terminamos d desayunar en la caravana, Papa se va temprano a contratar el crucero a la recepción del Camping; cogeremoso el primer crucero de las 9 y media, el barco es más pequeño que los otros cruceros, así puede acercarse a sitios que los barcos grandes no pueden, además es un poco más largo, 3 horas en total, por que nos para a ver el observatorio marino; así que nos ponemos en marcha, rumbo al parking que lo tenemos muy cerquita. 

Ha salido un día espectacular, ni una sola  nube en el cielo, lo cual es muy respetable en un lugar que llueve 200 días al año con más de 6 metros acumulados (casi el triple que en el amazonas) así que estamos muy contentos y emocionados, no podemos para de ayer fotos y aun no hemos llegado al muelle!! Nuestro barco, al lado de los otros cruceros parece enano, peor mola mucho, además no hay mucha gente, así que podemos coger un buen sitio junto a las ventanas. Nada más subir nos hacemos amigos del «speaker» el señor que va a ir hablando y explicando las coas, nos llama su familia amiga española (en inglés claro jiji). Zarpamos, y estamos alucinados con lo que vemos, salimos a la cubierta de delante y disfrutamos de unas vistas increíbles, mejoradas aun más con el sol de la mañana, hay té y café libre, así que nos vamos tomando un té calentito xq la mañana está fresquita. Papa está mirando con los prismáticos y ve un pingüino en una orilla, se lo comenta al speaker y el barco da la vuelta y se acerca a unos metros de el, todo el mundo está como loco haciendo fotos; la tripulación del barco comenta que nunca han visto un pingüino en esa zona y que es muy bueno que vayan apareciendo nuevos asentamientos, el capitán le da las gracias «al señor de los prismáticos» jiji por megafonía. Seguimos por el fiordo, nos acercamos a la orilla para ver la vegetación, papa nos va traduciendo parte de lo que explica el speaker, por que el tío no calla jeje vemos focas en varios sitios, Papa vuelve a ver otro pingüino y el barco vuelve a dar la vuelta, si hubiéramos ido en uno de los grandes no podríamos haber hecho todo esto. Llegamos hasta el final del fiordo, ya casi a mar abierto, al Mar de Tasmania, y allí damos la vuelta, ahora nos toca volver por el lado de la sombra del fiordo, así que nos metemos dentro, además nos reparten unas bolsas con comida: fruta, sandwich, patatas, galletas… disfrutamos del almuerzo sentados junto a la ventana. Nos avisan que vamos a llegar una cascada, que si queremos podemos ponernos uno de los chubasqueros y salir a la cubierta d delante xq van a meter el barco debajo… no lo dudamos ni un instante, el speaker nos anima y para allá que nos vamos, el agua está helada y tiene una fuerza impresionante, parece un vendaval de los de Formigal en invierno, a pesar del chubasquero nos mojamos un poco.

Llegamos al observatorio marino y desembarcamos, hay gente que no para aquí, así que el barco se marcha y nos deja allí. Resulta muy curioso, la parte de arriba tiene paneles informativos y un chico nos los va explicando y papa traduciendo: resulta que sólo bajando los 10mts que tiene el observatorio (65 escalones) lo que vemos es lo que veríamos a 1000 metros de profundidad en mar abierto, los peces, los corales etc… esto se debe a dos cosas principalmente, lo calmado que está el agua del fiordo, gracias a la morrena original del glaciar que impide que el agua del mar entre al fiordo (esta calma solo existe a grandes profundidades en el mar) y a la oscuridad del agua, que se produce por toda el agua de lluvia que cae por las montañas arrastrando tierra, ramas… y este agua dulce «sucia» no se mezcal con la salada, se queda encima, y hace como una gafa de sol impidiendo a los rayos de luz penetrar, y con lo fría que está el agua es como si estuvieras en el fondo del mar. Así que vemos corales negros (que son blancos jiji) y otras especies de peces… pero cuando bajamos al observatorio, vemos el agua con baste luz y clarita, el guía nos dice que muy pocas veces está así, que es muy inusual y es debido a que llevan varios días sin lluvia y el agua dulce sucia no está. Nos cuenta que han visto tiburones, ballenas, delfines, pingüinos,… así que estamos un buen rato mirando, pero no tenemos suerte. Llega la hora de volver y ahora nos viene a recoger uno de los barcos grandes, es enorme!! mientras Mama y Papa se cintas en la cubierta de mas arriba, Javichi y yo vamos investigando por el barco, es una pasada… llegamos a puerto y desembarcamos, con mucha pena.

Ahora nos tenemos que cruzar de la costa Oeste que estamos hasta la costa Este, a la zona de los Catlins, tenemos casi 5 horas de coche, así que nos ponemos en marcha. Pero antes de salir de la zona de fiordos hay algunos puntos de interés que no pudimos ver ayer porque era de noche, así que aprovechamos que hace un día perfecto y los vamos visitando a nuestro paso, cascadas, miradores, lagos… todo precioso. Dejamos atrás Fiordland, ha sido increíble, anochece de camino y llegamos a nuestro destino para pasar la noche, de momento no vemos lo que nos espera mañana…

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